Neuronas en Acción: El nacimiento de la Computadora que Piensa
Publicado de GG_ Una pizca de saber (IT) en Ciencia y Tecnología · Viernes 11 Abr 2025
“Neuronas en Acción: El nacimiento de la computadora que piensa”
La primera computadora biológica comercial del mundo
¿Qué pasaría si te dijera que una computadora no necesita cables ni silicio, sino neuronas vivas que piensan y aprenden como un cerebro humano? No es una fantasía tomada de una novela de ciencia ficción, sino una realidad que está dando sus primeros pasos.
Recientemente, la empresa Australiana Cortical Labs presentó la CL1, la primera computadora biológica comercial del mundo, un dispositivo que combina células cerebrales humanas con tecnología tradicional para abrir una ventana al futuro de la informática.
Prepárate para conocer una revolución que podría cambiar cómo entendemos la tecnología, la mente y hasta nosotros mismos.
¿Qué es la CL1 y cómo funciona?
La CL1 no es una computadora cualquiera. En su corazón no hay un procesador de silicio, lo que hay son neuronas humanas cultivadas en laboratorio a partir de células madre. Estas células, alojadas en un chip especial, crecen en una solución rica en nutrientes que las mantiene vivas y activas hasta por seis meses. Pero aquí viene lo fascinante: estas neuronas no solo están ahí para decorar, pueden procesar información, formar conexiones entre sí y adaptarse a su entorno, como lo hace un cerebro real.
El chip actúa como un puente entre el mundo biológico y el digital, envía impulsos eléctricos a las neuronas y recibe sus respuestas, creando una comunicación de ida y vuelta. Todo esto es orquestado por un sistema operativo único llamado biOS (Sistema Operativo de Inteligencia Biológica), que simula un entorno virtual donde las neuronas “juegan” y reaccionan. Es como si les diéramos un videojuego microscópico para que aprendan y tomen decisiones.
No es para Jugar Videojuegos
(Todavía)
Si estás pensando en usar la CL1 para navegar por internet o editar fotos, detente un poco. Esta computadora biológica no esta diseñada para reemplazar tu laptop. Su propósito es mucho más ambicioso: ser una herramienta de investigación. Los científicos la usan para estudiar cómo las neuronas procesan información en tiempo real, cómo aprenden y cómo podrían ayudarnos a entender enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. Además, al no requerir pruebas en animales, ofrece una alternativa más ética para la ciencia.
Otro punto a su favor es su eficiencia energética, mientras que los centros tradicionales consumen millones de vatios al año, la CL1 funciona con una fracción de esa energía. En un mundo donde la sostenibilidad es clave, esto la convierte en un faro de esperanza para una tecnología más verde.
¿Un cerebro en una caja?
El apodo “cerebro en una caja” que algunos le han dado a la CL1 no es solo una frase pegajosa, plantea preguntas profundas como ¿Qué significa crear una máquina que imita el pensamiento humano? ¿Dónde trazamos la línea entre una computadora y un ser vivo? Por ahora, las neuronas CL1 no tienen conciencia ni sienten, pero su capacidad para aprender y adaptarse abre debates éticos que apenas se están empezando a explorar.
Por ejemplo, ¿cómo regulamos el uso de células humanas en tecnología? Los creadores de la CL1 aseguran que hay protocolos estrictos para garantizar que las neuronas se manejen con cuidado, pero a medida que estás máquinas evolucionen, necesitaremos conversaciones globales sobre sus implicaciones. Es un recordatorio de que la innovación siempre viene con responsabilidad.
Hacia un Futuro Biológico
La CL1, es solo el primer capítulo de una historia que podría transformar la informática. Imagina un día en que las computadoras biológicas no solo investiguen enfermedades, sino que controlen prótesis avanzadas, optimicen redes de energía o incluso “piensen” junto a nosotros a resolver problemas globales. Su capacidad para aprender como un cerebro humano, combinada con la precisión de la tecnología, es una promesa que apenas comenzamos a comprender.
Por ahora, la CL1 está al alcance de laboratorios y universidades (con un precio de unos 32,500 euros, no es exactamente un gadget para el hogar). Pero Cortical Labs ya planea ofrecer acceso remoto a través de la nube, permitiendo a más investigadores experimentar con esta tecnología. Es un paso pequeño, pero firme, hacia un mundo donde la línea entre lo vivo y lo artificial se difumina.
¿Quién está detrás de la CL1?
Cortical Labs es una empresa emergente con sede en Melbourne, Australia, fundada en 2019 por el Dr. Hon Wen Chong, un médico e innovador apasionado por fusionar biología con tecnología. El proyecto de la CL1 fue liderado por un equipo multidisciplinario, donde destaca el Dr. Brett Kagan, director científico, cuya visión ha sido clave para llevar las neuronas al mundo digital, junto a ellos, un grupo de biólogos, ingenieros y neurocientíficos han trabajado para hacer realidad esta computadora biológica, apoyada por inversores como Blackbird Ventures y Horizon Ventures. Su misión es clara: democratizar esta tecnología para que investigadores de todo el mundo puedan explorar su potencial.
¿Y tú, que piensas?
La primera computadora biológica no es solo un logro técnico; es una invitación a soñar y reflexionar. ¿Te emociona la idea de un futuro donde las máquinas piensen como nosotros? ¿O te preocupa lo que podría pasar si vamos demasiado lejos?
Todavía no hay reseñas.